ESTOY CON LA PERSONA CORRECTA

Compartir

ES TU PAREJA TU PAREJA IDEAL


¿Estás con la pareja adecuada?

Durante un seminario, una mujer preguntó: "¿Cómo puedo saber si estoy con la persona adecuada?"

El autor entonces se dio cuenta de que había un hombre corpulento sentado a su lado por lo que dijo: "Depende. ¿Es tu pareja?" Con toda seriedad, ella respondió "¿Cómo lo sabes?" Voy a responder a esta pregunta porque las posibilidades son buenas de que está pasando en su mente respondió el autor.

Aquí está la respuesta.

Cada relación tiene un ciclo. Al principio, caes perdidamente enamorada. Te anticipas a sus llamadas, quieren estar en contacto, y se gustan sus costumbres. Enamorarse no fue difícil. De hecho, fué una experiencia completamente natural y espontánea. No tuviste que hacer nada. Es por eso que se llama "perdidamente enamorados".

Enamorarse es una experiencia pasiva y espontánea. Pero después de unos meses o años de estar juntos, la euforia del amor se desvanece. Es un ciclo natural de todas las relaciones.

Poco a poco, las llamadas telefónicas se convierten en una molestia (si es que las hay), el contacto no es siempre bienvenido (si es que lo hay), y las costumbres de su cónyuge, en vez de sentir lindo, te vuelven loc@. Los síntomas de esta etapa varía con cada relación, usted notará una gran diferencia entre la etapa inicial cuando estaban enamorados y una fase mucho más aburrida o con actitudes de enojo incluso.

En este punto, usted y/o su pareja pueden estarse preguntando, "¿Estoy con la persona correcta?" Y al reflexionar sobre la euforia del amor que una vez tuvieron, pudieran empezar a desear esta experiencia con alguien más. Aquí es cuando las relaciones truenan.

La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona encontrada.

La gente culpa a su pareja por su infelicidad y busca fuera lo que le hace falta. Las atenciones extra maritales vienen en todas las formas y tamaños.

La infidelidad es lo más común. Pero a veces la gente se envuelve en el trabajo, en un pasatiempo, en una amistad, televisión en exceso, o sustancias de abuso. Pero la respuesta a este dilema no está fuera de su relación. Se encuentra dentro de él.

No estoy diciendo que no se podría enamorar de alguien más. Si podrías y temporalmente se sentiría mejor. Pero estaríamos en la misma situación unos años más tarde.

Debido a que (escucha con atención a esto):

La clave para tener éxito en la relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona que se encontró.

MANTENER el amor no es una experiencia pasiva o espontánea. Usted tiene que trabajar en ello día tras día. Se necesita tiempo, esfuerzo y energía. Y lo más importante, exige SABIDURÍA. Usted tiene que saber Qué hacer para que funcione. No nos equivoquemos al respecto.

El amor no es un misterio. Hay cosas que usted puede hacer (con o sin su pareja), Así como hay leyes físicas del universo (como la gravedad), también hay leyes para las relaciones. Si usted sabe cómo aplicar estas leyes, los resultados son predecibles.

El amor es por lo tanto una "decisión". No es sólo un sentimiento.

LO QUE LA CIENCIA NO SABE DEL AMOR

Compartir

Carta de Albert Einstein a su hija

A finales de los años 80, Lieserl, la hija del célebre genio, donó 1.400 cartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte. Esta es una de ellas… a Lieserl Einstein:

“Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación. 

Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR. 

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere.

El Amor es Dios, y Dios es Amor.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo. 

Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites. 

Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser siente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta. 

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada. 

Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida. 

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!”.
"Ama a quien te ama, valora a esa persona que esta junto a ti, incluso en los momentos en los que ni tu mismo(a) te soportas, quienes te aman están junto a ti en los momentos difíciles, fácil es estar en los buenos momentos, difícil es que estén junto a ti cuando más necesitas apoyo y atención. 

No permitas que la costumbre de tenerlo o tenerla, te arrebate de a poco ese alguien especial que la vida te ha dado. Recuerda que en los seres humanos el exterior no siempre demuestra lo que en el interior se siente. Cuida, escucha, atiende. Y sobre todo ama. Hasta que tus fuerzas se agoten y si te agotas, descansa y vuelve a amar. Renueva los sentimientos y no desmayes. Se feliz y haz feliz".

Tu padre: Albert Einstein
DLB!

Recibe mas TIPS en TODO ACERCA DE UNA MUJER

También puedes seguirnos en facebook  MUJER

“¿QUÉ PUEDO HACER PARA QUE TU VIDA SEA MEJOR?”

Compartir
como podemos salvar nuestro matrimonio

Este artículo fue originalmente escrito por Richard Paul Evans para Huffington Post y les cuento que literalmente se me cayeron las lágrimas al leerlo, pero realmente vale la pena saber cual es el verdadero amor, nadie dijo que el matrimonio sería fácil pero cuando se ama de verdad se es humilde de corazón. Espero les guste tanto como a mi. DLB!

Mi hija mayor, Jenna, me dijo hace poco, “mi mayor miedo cuando era pequeña era que mamá y tú se divorciaran. Luego, cuando tenía 12 años, decidí que como ustedes peleaban mucho, tal vez sería mejor que sí lo hicieran”. Después añadió con una sonrisa, “estoy feliz de que ustedes pudieran solucionar sus diferencias”.

Durante años mi esposa Keri y yo peleamos. Mirando atrás, no estoy seguro de qué fue lo que inicialmente nos unió, porque nuestras personalidades no encajan del todo bien. Y mientras más tiempo pasaba estando casados, las diferencias entre nosotros parecían ser peor. El encuentro con “la fama y la fortuna” no hacía más fácil nuestro matrimonio, de hecho, exacerbaba nuestros problemas.
La tensión entre nosotros era tan mala, que irme de gira por el libro era un alivio. Nuestra lucha se hizo tan constante, que incluso era difícil imaginar una relación pacífica. Estábamos permanentemente a la defensiva, construyendo una fortaleza emocional alrededor de nuestros corazones. Estábamos al borde del divorcio y más de una vez lo discutimos.

Yo estaba en la gira del libro cuando las cosas llegaron a un punto crítico. Habíamos recién tenido una gran pelea por teléfono y Keri me había colgado. Estaba solo y solitario, frustrado y enojado. Había llegado a mi límite.

Ahí es cuando fui con Dios o, mejor dicho, me fui contra Dios. No sé si se le puede llama oración, gritarle a Dios no es orar, capaz sí, pero yo estaba comprometido y nunca lo olvidaré. No podía entender por qué el matrimonio con Keri era tan difícil. En el fondo sabía que Keri era una buena persona, pero, ¿por qué no nos podíamos llevar bien?, ¿por qué me había casado con alguien tan distinto a mí?, ¿por qué ella no estaba dispuesta a cambiar?

Finalmente, destruido me senté en la ducha y comencé a llorar. En lo más profundo de mi desesperación, llegó a mí una poderosa inspiración. No puedes cambiarla. Sólo puedes cambiar tú mismo. En ese momento comencé a rezar. Si yo no la puedo cambiar, entonces Dios cámbiame a mí. Recé durante la noche y recé durante el siguiente día en el vuelo a casa. Recé mientras entraba en la casa con una esposa fría que apenas me reconocía. Esa noche mientras nos acostamos en la cama, a centímetros de sí, sin embargo, kilómetros de distancia, la inspiración vino. Sabía lo que tenía que hacer.

La mañana siguiente me di la vuelta en la cama junto a Keri y le pregunté, “¿Qué puedo hacer para que tu día sea mejor?”
Keri se veía furiosa: “¿Qué?”
– “¿Qué puedo hacer para que tu día sea mejor?”
– “No puedes”, dijo. “¿Por qué me estás preguntando eso?”
– “Porque lo siento”, dije. “Yo sólo quería saber qué puedo hacer para que tengas un día mejor”.
Ella me miró con cinismo.
– “¿Quieres hacer algo? Anda a limpiar la cocina”.
Ella esperaba que yo me enojara, en cambio, sólo asentí. Me levanté y limpié la cocina.
Al día siguiente le pregunté lo mismo. “¿Que puedo hacer para que tu día sea mejor?”. Sus ojos se estrecharon. “Limpia el garaje.”
Respiré profundamente. Yo ya tenía un día ocupado y sabía que ella había hecho la petición a pesar de eso. Tuve la tentación de explotar. En cambio le dije, “Está bien”. Me levanté y durante las siguientes dos horas limpié el garaje. Keri no estaba segura que pensar. Llegó la mañana siguiente.
- “¿Que puedo hacer para que tu día sea mejor?”.
– “Nada”, dijo. “No puedes hacer nada. Por favor deja de decir eso”.
– “Lo siento”, dije, “pero no puedo”. “Hice un compromiso conmigo mismo. ¿Qué puedo hacer para que tu día sea mejor?”
– “¿Por qué estás haciendo esto?”
– “Porque me importas”, dije. “Y nuestro matrimonio”.

La mañana siguiente le pregunté nuevamente, y la siguiente. Luego, durante la segunda semana, ocurrió un milagro. Cuando le hice la pregunta, los ojos de Keri se llenaron de lágrimas. Luego se puso a llorar. Cuando pudo hablar dijo, “por favor deja de preguntarme eso. Tú no eres el problema, soy yo. Es difícil convivir conmigo. No entiendo por qué sigues conmigo”.

Levanté suavemente su mentón hasta que ella estaba mirándome a los ojos. “Es porque te amo”, le dije. “¿Qué puedo hacer para que tu día sea mejor?” “Yo debería preguntarte eso”. “Sí, deberías”, dije. “Pero no ahora, ahora mismo yo soy el que necesita hacer un cambio. Tú necesitas saber lo que significas para mí”. Ella puso su cabeza en mi pecho. “Lo siento por haber sido tan mala”. “Te amo”, le dije. “Y yo te amo a ti”, respondió. “¿Qué puedo hacer para que tu día sea mejor?” Me miró dulcemente y dijo, “¿podemos tan solo pasar un tiempo juntos?” Sonreí. “Me gustaría eso”.

Continué preguntando por más de un mes, y las cosas cambiaron. Las peleas cesaron. Luego Keri comenzó a preguntarme, ¿Qué necesitas de mí? ¿Cómo puedo ser una mejor esposa? Las murallas entre los dos cayeron. Comenzamos a tener conversaciones con sentido, de qué queríamos de la vida y cómo podíamos hacer al otro más feliz. No, no resolvimos nuestro problemas. Tampoco podría decir que nunca más peleamos. Pero la naturaleza de nuestras peleas cambió. No sólo eran cada vez más raras, además, carecían de la energía que alguna vez tuvieron. Las privamos de oxígeno. Simplemente ya no estaba en nosotros el hacerle daño al otro.

Keri y yo ahora llevamos más de treinta años casados. No sólo amo a mi señora, me gusta. Me encanta estar con ella. La deseo. La necesito. Muchas de nuestras diferencias se han transformado en fortalezas y otras ya realmente no importan. Aprendimos cómo cuidar del otro, más importante, hemos ganado el deseo de hacerlo. El matrimonio es difícil, pero al igual que la paternidad, o mantenerse en forma, o escribir libros, o como cualquier otra cosa importante que valga la pena en la vida. Tener una pareja en la vida es un regalo notable. También he aprendido que la institución del matrimonio puede ayudarnos a sanarnos de nuestros peores defectos. Y todos los tenemos.

Con el tiempo he aprendido que nuestra experiencia fue una muestra de una lección mucho mayor del matrimonio. La pregunta que todos en una relación comprometida debieran hacerse es, “¿qué puedo hacer para que tu vida sea mejor?” Eso es amor. Las novelas de romance son todas de deseo y felices para siempre, pero el “felices para siempre” no nace del deseo, al menos no en el tipo representado en los romances de ficción. El verdadero amor no es desear a una persona, sino que realmente desearles las felicidad, incluso a costa de la propia felicidad. El amor verdadero no es hacer del otro una copia de uno mismo. Es expandir nuestras propias capacidades de tolerancia y preocupación por buscar el bienestar del otro. Todo lo demás es una farsa de interés propio.

No estoy diciendo que lo que nos pasó a Keri y a mí va a funcionar para todos. Ni siquiera estoy diciendo que todos los matrimonios deben ser salvados. Pero para mí, estoy increíblemente agradecido por la inspiración que me llegó ese día tanto tiempo atrás. Estoy agradecido de que mi familia esté intacta y que todavía tengo a mi esposa, mi mejor amiga, en la cama junto a mí cuando despierto en la mañana. Y estoy agradecido de que, incluso ahora, décadas después, de vez en cuando uno de los dos se da vuelta en la cama y dice, “¿qué puedo hacer para que tu día sea mejor?”. Tanto oír como decir esa pregunta es algo por lo cual vale la pena levantarse en la mañana.


Recibe mas TIPS en TODO ACERCA DE UNA MUJER

También puedes seguirnos en facebook  MUJER